Título original: Dumbo
Dirección: Samuel Armstrong, Norman Ferguson, Wilfred
Jackson, Bill Roberts, Jack Kinney, Ben Sharpenter, John Elliotte
Reparto: James Baskett, Herman Bing, Billy Bletcher, Edward Brophy, Cliff Edwards
Música: Frank Churchill, Oliver Wallace
Año: 1941Género: Animación. Drama. Musical
Duración: 64 min. aprox.
Premios: Óscar a la mejor banda sonora, Nominación al Óscar por la canción Baby mine, Palma de Oro a la mejor película de animación.
Sinopsis
En un circo ambulante han llegado
varios retoños de distintas especies animales. Cuando parecía que no quedaba
ninguno por llegar, la cigüeña le lleva a la señora Jumbo su esperado hijito,
Jumbo Jr. En los primeros momentos la feliz mamá se convierte en el objeto de
las envidias de sus compañeras elefantas, hasta que, a causa de un estornudo,
al pequeño paquidermo se le despliegan sus enormes orejas, convirtiéndose de
repente en el blanco de las peores críticas por parte de aquellas que hacía un
instante lo adoraban, otorgándole el mote de “Dumbo” (en inglés, “tonto”). Para
la señora Jumbo sigue siendo su adorable hijo y no tendrá reparos en defenderlo
de todo aquel que se burle de su bebé, sean animales, chiquillos traviesos o el
propio patrón del circo, quien no dudará en encerrarla separándola de Dumbo.
Éste, junto con su único amigo, el ratón Timothy, tendrá que buscar la manera
de liberar a su madre.
Comentario
Quizá sea éste el Clásico Disney
más tierno hasta ese momento, a pesar de tratarse de una película bastante
económica, ya que con la anterior, Fantasía, tuvieron muchas pérdidas.
Walt Disney quiso con este filme recuperar todo el dinero perdido, aun
tratándose de una de las películas más cortas de la factoría; de hecho,
tuvieron problemas para proyectarla por su escasa duración.

Hemos echado en falta un poco más
de “castigo divino”, pues al final todos estos malvados caracteres salen ilesos
de sus fechorías o, como mucho, con algún insignificante chapuzón. Ni siquiera
las elefantas reciben su merecido. Más bien, al final de la película, gracias a
la extraordinaria habilidad de Dumbo, el circo adquiere un gran renombre y el
elefante se hace tan famoso que, tal como muestra un noticiario, firma un
contrato con Walt Disney. Todo esto supone riquezas y una época de prosperidad
para todos los integrantes de este circo. Ni un solo castigo a los malhechores,
ni una sola disculpa al pequeño paquidermo... Bueno, a su madre le dedican un
vagón en primera clase, sin más. Resulta desconcertante que los únicos que
muestran signos de remordimientos son los cuervos que apenas conocen a esta
pareja y ayudan a Dumbo a tener confianza en sí mismo para volar.
La película, como hemos dicho, es
bastante corta, pero todavía podía haberlo sido más si se hubiera prescindido
de una secuencia bastante disgresiva como es la llamada “escena de los
elefantes rosas”; se trata de la primera inclusión del surrealismo en un
largometraje de la factoría Disney (Fantasía no cuenta al no tratarse de
una película con una trama definida), pero se nos antoja como un relleno
forzado para darle unos cinco minutos más a la cinta. Este surrealismo surge a
raíz de la embriaguez de la pareja protagonista, que ven elefantes rosas adquiriendo
distintas formas, tamaños, colores... En definitiva, una secuencia sin sentido
y muy larga, desesperante y rara.
En cuanto a la banda sonora, a
pesar de haber recibido un Óscar, se nos antoja algo monótona; solamente cantan
los cuervos, el resto de canciones las interpreta un coro de fondo. En
cualquier caso es de agradecer que las melodías sigan acompañando los
movimientos y gestos de los caracteres. Por otro lado, encontramos de nuevo una mezcla de doblajes, pues la voz de Timothy es la que conocimos en nuestra infancia (doblaje argentino), pero otras voces, como las de las elefantas y los cuervos, pertenecen a un redoblaje, una mezcla notablemente llamativa que se acentúa en la escena de la cigüena con Dumbo, a quien le escuchamos dos voces distintas.
Como curiosidades hay que
destacar un par de cosas: por un lado, la locomotora que empuja los numerosos
vagones del tren del circo habla más que Dumbo, que no pronuncia palabra alguna
salvo sonidos onomatopéyicos, lo cual resulta gracioso ya que el resto de las
elefantas sí que hablan. Por otro lado, en una escena en que Dumbo está
llorando por los problemas que le han ocasionado sus descomunales orejas,
Timothy le consuela diciéndole que hay muchos famosos con las orejas grandes;
en un principio se pensó que este personaje se estaba refiriendo a Clark Gable,
pero no es más que una referencia humorística al propio Walt Disney. Por cierto
que el nombre de este ratón sólo es capaz de conocerlo el espectador atento y
observador, pues no se pronuncia en ningún momento de la película, sino que al
final de ésta se puede ver la firma de “Timothy Q. Mouse” en un contrato como
manager de la reciente estrella.
La película tuvo bastante éxito
en su momento, aunque nosotros no la consideramos como uno de los mejores
largometrajes de Disney, principalmente debido a su excesiva indulgencia para
con los personajes que se han burlado del inocente paquidermo y sus escenas
irrelevantes que podían haber sido sustituidas por algo más de contenido en la
historia.
Nota: 5/10.