miércoles, 8 de agosto de 2012

El juego de los palitos


Hoy quiero presentar un juego que conocí (y me enganchó) en mi adolescencia. Se trata de un sencillo mecanismo comprensible por cualquiera, sin más herramientas que papel y lápiz y cuyo tiempo aproximado no suele exceder del minuto. Es decir, que es un pasatiempo perfecto para aligerar una espera o una situación aburrida (reconozco haberme picado alguna vez al susodicho juego en plena clase de filosofía). Estas son sus elementales reglas.

En primer lugar hay que dibujar una secuencia de cinco palitos. En una línea inferior se dibujan cuatro palitos, en otra tres, en otra dos y al final del todo un solo palito. En total debemos tener cinco filas, cada cual con un palito menos que la anterior. Jugarán dos contendientes y en cada turno cada uno de ellos deberá tachar una cantidad arbitraria de palitos solamente regido por dos simples reglas, a saber:

1)      Todos los palitos que se tachen en un mismo turno deberán ser de la misma fila.
2)      Además, deberán ir consecutivos. Esto es, si en esa fila ya ha sido tachado algún palito intermedio no estará permitido, en el mismo turno, tachar palitos que estén a su derecha y a su izquierda.

Los jugadores irán turnándose y perderá la partida el que se vea obligado a tachar el último palito, siendo el otro jugador el ganador. Imagino que se podría probar el juego con tres o más jugadores, aunque reconozco que nunca lo he experimentado.

Como se puede ver el mecanismo no es nada complejo. Invito a quien esté leyendo estas líneas que se anime a retar a quien tenga cerca a una trepidante partida al juego de los palitos, no hay nada que perder y mucha diversión que ganar. Quizá alguna avispada cabeza imagine que, tratándose de un juego tan sencillo en su dinámica, exista algún truco o técnica de forma que siempre gane o bien el que empieza o bien el segundo. La respuesta es afirmativa, aunque esto no le hace perder chispa.

Hace unos meses quise personalmente darle respuesta a esa duda arriba expuesta, y comencé, con todo rigor, a estudiar posibilidades y estrategias para salir victorioso de una de estas batallas. Tras largas horas de distinguir casos logré concluir quién tenía todas las de ganar y lo que debía hacer para llevarse el triunfo. Redacté con esmero y detalle todo mi trabajo y lo envié a un par de revistas de contenido científico-divulgativo con la ilusión de verlo publicado en alguna de ellas. Cuál fue mi triste sorpresa cuando por parte de ambas editoriales recibí la misma contestación: dicho entretenimiento era un juego clásico llamado Nim,  del cual se habían realizado y publicado ya numerosos estudios con estrategias ganadoras. Mi gozo en un pozo, aunque me quedaba la satisfacción de haber realizado yo solito esa síntesis completa sobre ese ya existente juego que para mí es y será siempre el juego de los palitos.

No tengo intención de aburrir al lector con las diversas páginas que precisé para determinar la estrategia ganadora del juego. A modo de pequeña pista les diré que en principio, si los movimientos son correctos, el jugador que tiene ventaja para salir triunfante es el segundo, aunque un movimiento en falso y puede que la iniciativa pase a manos del otro contendiente de forma irreversible. Animo a quien haya concluido (ya casi) esta entrada a que investigue, tantee e intente buscar formas de convertirse en un auténtico experto en la materia.

PD. He intentado ser lo más conciso posible en las reglas del juego. Si la claridad de dichas normas no es suficiente y no se han entendido, que nadie dude en solicitarme una nueva redacción de ellas para que todo el mundo capte sin problemas el funcionamiento.


5 comentarios:

Bambú dijo...

Oye pues no conocía el juego de los palitos!! XD

A mi este tipo de juegos me encantan, de hecho tengo incluso un libro con juegos de este estilo (lo regalaban con una espuma para el pelo xDD) y, aunque ahora ya no juego tanto, reconozco que hubo un tiempo en el que sí jugaba mucho a estas cosas. Siempre me han gustado los pasatiempos desde que era pequeña XDD

Ningaka dijo...

¡Gracias por esta entrada! ¡Me ha gustado mucho leerla!
Me encantan este tipo de juegos sencillos, rápidos, entretenidos y que sacan tu vena competitiva. Yo no conocía este en concreto pero ahora que sé de qué va, tengo ganas de probarlo y jugar con alguien. Además, es interesante el reto que has propuesto de encontrar la estrategia ganadora. Mientas iba leyendo la entrada (y ahora al terminarla) lo he ido pensando un poco y por lo que has dicho, puede que sea a base de “copiar al otro” aunque como no lo he pensado en profundidad, aún no tengo muy claro cómo exactamente.
Personalmente, te doy la enhorabuena por la búsqueda completa que hiciste de la estrategia ganadora. Aunque no la hayas podido publicar, siempre es una alegría terminar de desarrollar uno mismo un reto matemático y como has dicho eso no te lo quitará nadie. Además, quién sabe si todo lo que has hecho no te será útil en un futuro para descubrir algo que sí te dejen publicar. ¡Ánimo!
En mi caso, yo juego más a otro juego (también con papel y boli únicamente) normalmente de dos jugadores (aunque podrían jugar más) que creo que es más conocido. No sé si tiene nombre (yo lo llamo el juego de los cuadraditos) pero después de conocerlo, descubrí que hay hasta aplicaciones para el iPod.
Se juega en una cuadrícula delimitada y en ella, cada jugador en su turno tiene que repasar un lado de uno de los cuadraditos de la cuadrícula para intentar cerrar un cuadradito en el que ya estén repasados tres de sus lados (si cierras un cuadrado en tu turno, lo pintas de tu color y puedes hacer otra raya como “premio”). Al principio, este juego es bastante rápido porque no cuesta nada ir buscando lados de cuadraditos que por decirlo de alguna manera "estén libres" y no le dejen al siguiente jugador cerrar el cuadradito en su turno. Pero, cuando es prácticamente imposible encontrar un lado libre, la cosa se pone tensa porque se ha creado una especie de laberinto en el que, un movimiento en falso, puede hacer que el otro jugador a lo mejor cierre veinte cuadraditos en una reacción en cadena en su turno (y no exagero). Por lo que, a partir de ese momento, cada vez que tienes que repasar una línea, empiezas a contar los cuadraditos que conseguirá cerrar el otro dependiendo del lado que repases con tu boli en tu turno. Al final, el que más cuadrados haya cerrado, y por tanto pintado de su color, gana.
No sé si me he explicado bien porque sin imágenes es un poco complicado a no ser que lo conozcas de antes. Es un juego divertido y, como las partidas suelen ser rápidas (siempre dependiendo del tamaño de la cuadrícula en la que juegues), se hace muy entretenido.
¡Un abrazo! Me encantará leer más entradas de este tipo ^^

Unknown dijo...

Bambú: nos alegramos de que te guste este tipo de juegos, la gracia es que no necesitas más que un papel, un boli y un minuto para echar una partida. Por cierto, ¿qué espuma del pelo gastas? A nosotros jamás nos han regalado nada con la que compramos, es más aburrida, jaja.

Ningaka: pues nos alegramos mucho de haberte descubierto un nuevo juego. Si alguna vez te apetece leer el artículo sobre cómo ganar te lo mandamos sin problema, pero la gracia es pensarlo e invertigar, así que cuando hayas practicado un poco nos echamos una partida, aunque sea virtual, jeje.

Gracias a las dos por vuestros comentarios. Un abrazo!!

Unknown dijo...

Por cierto, Ningaka, conocía el juego de los cuadraditos, también es bastante adictivo e incluso he pasado alguna clase de filosofía jugando a él (me resultaba más interesante, jajaja). También se parece un poco al juego del oso, ¿lo conoces? No te preocupes que intentaremos hacer más entradas con juegos de este tipo.
Un abrazo!!

Ningaka dijo...

Café de Menta: Ok! Cuando juegue algunas partiditas y practique ya iré investigando jeje.
El juego del oso no lo conocía. He buscado un poco por internet y más o menos ya he descubierto de qué va. Como dices, se parece un poco al de los cuadraditos aunque me parece aún más curioso (también lo probaré jajaja).
Gracias por responder al comentario. ¡Un abrazo!