Dirección: Radu Mihaileanu
Reparto: Alekseiy Guskov, Dmitri Nazarov, Mélanie Laurent, Miou-Miou
Música: Armand Amar
Año: 2009
Género: Drama. Comedia. Música.
Duración: 119 min. aprox.
Sinopsis
El flamante director de la orquesta rusa del Bolyoi, Andrey Filipov, fue relegado de su puesto de trabajo hace treinta años por su
negativa a despedir a los músicos judíos que había en la formación musical. Hoy
se dedica, en ese mismo teatro, a limpiarlo. La casualidad quiso que
interceptara un fax que invitaba a la orquesta a actuar en el teatro del Châtelet (París),
oferta que acepta pero con la intención de ser él mismo quien actúe con algunos
de los músicos con los que compartía escenario hace tres décadas. Además, esta
oportunidad le servirá como excusa para conocer a Anne Marie, una joven
violinista que guarda mucha relación con el pasado de Andrei.
Comentario
Se podría decir que esta película es una mezcla a partes
iguales de comedia, drama y musical, ya que estos tres aspectos se entrelazan
de forma a veces indistinguible. Desde el punto de vista musical, desde luego,
ningún aficionado a la música clásica podrá quejarse de escuchar en el filme el
concierto para piano número 21 “Elvira Madigan” de Mozart, la sinfonía número
uno de Mahler o el concierto para violín y orquesta número uno de Tchaikovski,
pieza que es el centro de la trama, ya que es la que la orquesta interpretaba
cuando su concierto fue interrumpido bruscamente para despedir humillantemente
a Andrey y a todos los músicos judíos ante los ojos de todo el público.
El guión es bastante aceptable, a lo cual complementa
perfectamente la amplia variedad de personajes y personalidades que circulan
por y alrededor de la orquesta: desde un violonchelista conductor de
ambulancias hasta el mánager del grupo, uno de los principales nombres del
partido comunista ruso que tiene en París otros intereses añadidos. Digamos que
este variopinto elenco es el que aporta los toques humorísticos a la película.
La parte más dramática la encontramos en la historia del propio director, que
se va narrando de forma paulatina durante la cinta, y en el misterio que lo une
a la joven solista. Quizá algunas de las escenas que profundizan en este
aspecto, como las conversaciones entre Anne Marie, Andrey, la representante de
la primera y algunos de los músicos más veteranos, se hacen bastante largas en
algunas ocasiones.
En cuanto al factor sorpresa, la cosa está al cincuenta por
ciento; si bien algunos de los sucesos que tienen lugar son más que evidentes y
previsibles, pues no pueden ser de otra manera, hay algún que otro punto en el
que nos imaginábamos un camino distinto al que finalmente se toma. De todas
formas no es la incertidumbre el objetivo de esta película.
Los actores son adecuados en general, más teniendo en cuenta
que en una amplia cantidad de escenas han de dar muestras de su virtuosismo con
sus respectivos instrumentos y, o bien las tomas y los ángulos nos engañaron
por completo, o son, en efecto, los propios actores los que tocan, por lo que
no se les puede pedir más. Quizá es la violinista, por su mayor protagonismo y
repercusión en la trama, la que nos deja un poco faltos de dotes
interpretativas y de expresividad. El resto de los músicos, debido a la
brevedad de sus apariciones, solapan estas carencias sin rebajar el nivel de la
película.
Quizá la escena que se podría destacar sea la última, con la
tan esperada interpretación de Tchaikovski, donde varios minutos de este gran
concierto acompañan una multitud de imágenes, tanto de los diversos miembros de
la orquesta como de los espectadores más relevantes, incluyendo flashbacks
de secuencias pasadas que terminan de recomponer todos los hechos que envuelven
esta historia musical. Un bonito final para una película que no va a llegar a
la categoría de obra maestra, pero que resulta adecuada para pasar un buen
rato, para conocer un poco más sobre la vida de una orquesta y para disfrutar
de buena música.
Nota: 7/10.
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