Dirección: Oliver Parker
Reparto: Rowan Atkinson, Gillian Anderson, Ben Miller
Música: Ilan Eshkeri
Año: 2011
Género: Comedia. Acción
Duración: 101 min. aprox.
Sinopsis
El agente Johnny English, tras haber sido expulsado del servicio secreto británico debido a un descuido en Mozambique, es de nuevo reclutado para una misión de suma importancia: proteger al primer ministro chino de un supuesto grupo terrorista que pretende asesinarlo. Durante esta encomienda irá descubriendo que todo está relacionado con el suceso por el que le apartaron del cuerpo.
Comentario
Cualquier persona que se dispone a visualizar una película en la que aparece Rowan Atkinson (más conocido por su personaje de Mr. Bean) sabe de sobra a qué se atiene, mucho más cuando este actor es el protagonista absoluto de la cinta. Hay que mentalizarse a que no se va a encontrar uno una obra maestra, ni unas interpretaciones soberbias ni un guión demasiado elaborado. Se debe ir predispuesto a ver una serie de escenas cómicas con una trama simple que solamente sirva de apoyo a los gestos y las situaciones absurdas del protagonista. Con esta idea asumida, el filme puede resultar ameno y divertido.
Es justo decir que, como en el 99% de los casos, segundas partes nunca fueron buenas, o al menos no tan buenas como las primeras. Es lo que ocurre en este caso, que Johnny English returns queda bastante alejada de lo fresca y sorprendente que resultó Johnny English. Las situaciones en esta secuela resultan en muchas ocasiones bastante forzadas y previsibles (como el recurrente golpe en ciertas partes masculinas que, cuando aparece en las típicas series cómicas americanas, va acompañado de risas enlatadas), aunque no deja de haber alguna escena ciertamente jocosa como una espectacular persecución de una silla de ruedas de la que se sirve Johnny English para huir de sus numerosos perseguidores, de la que también se puede destacar la fugaz aparición de apenas unos segundos de la hija de Rowan Atkinson.
De los coprotagonistas podemos decir que, al igual que la trama, han perdido categoría. Mientras que en la primera parte contábamos con actores de la talla de Natalie Imbruglia y el grandioso John Malkovich, en esta segunda parte nos tenemos que conformar con la célebre agente Scully una vez más en su papel de Pegasus y con Daniel Kaluuya, un actor relativamente desconocido y que, en mi opinión, no estuvo a la altura.
En cualquier caso no vamos a negar que las risas están aseguradas en diversos tramos del filme, como cada una de las apariciones de la china asesina, a cada cual más disparatada, o en la doble faceta de Atkinson, en ocasiones en un papel de seductor empedernido y en otras en su línea de cómico al más puro estilo de Mr. Bean. Especialmente divertidas resultaron las tomas falsas que incluye el disco en las que, entre otras situaciones, se puede apreciar las dificultades que tuvo el actor para cortar con unos alicates un simple alambre. Llama la atención también la secuencia que acompaña a los créditos en la que el protagonista prepara una cena al ritmo de las célebres notas de Peer Gynt, de Edvard Grieg.
En conclusión, no estamos ante una obra maestra, pero sí ante una película que nos hará pasar un rato entretenido y echarnos unas cuantas risas.
Nota: 6/10.
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