Maratón Disney: Alicia en el país de las maravillas

Canon de Clásico Disney: 13
Título original: Alice in Wonderland
Dirección: Wilfred Jackson, Clyde Geronimi, Hamilton Luske

Reparto (doblaje): Kathryn Beaumont, Verna Felton, Bill Thompson, Sterling Holloway

Música: Oliver Wallace
Año: 1951
Género: Animación. Fantasía.
Duración: 75 min. aprox. 
Premios: Nominada al Óscar a la mejor banda sonora (1951); nominada al León de Oro a la mejor película (1951).

Sinopsis
Alicia es una joven a la que no le gusta nada estudiar y que se distrae muy fácilmente con cualquier cosa. En una ocasión, mientras su hermana intentaba enseñarle algo de Historia, ve corriendo por el bosque un conejo blanco con un reloj en la mano y proclamando su enorme prisa por llegar a algún lado. La niña, incapaz de contener su curiosidad, irá tras él sin saber que esta persecución le llevaría a través de un mundo fabuloso y sin ninguna lógica donde conocerá a un sinfín de extravagantes personajes.

Comentario

Es curioso cómo Lewis Caroll, uno de los máximos exponentes de la lógica matemática, pudo idear una historia tan ilógica como la de Alicia. Si bien hay que decir que entre este filme y las dos obras literarias que lo inspiraron (Alicia en el país de las maravillas y Alicia a través del espejo) hay diferencias importantes (la versión de Disney es más infantil mientras que la de Caroll es más metafórica), la tónica general en ambos casos coindice: el surrealismo. Como se diría en lenguaje coloquial, la película es una paranoia total. Quizá fue esta diferencia la que hizo que la versión no tuviera demasiada buena aceptación en su época y fuera criticada fuertemente por los adoradores del escritor británico. Cabe destacar que la idea de realizar esta adaptación la llevaba en mente Walt Disney muchos años. No en vano iba a ser su primer largometraje en lugar de Blancanieves, pero la realización de una película sobre Alicia de acción real con actores de gran renombre en la época hizo que aplazase su idea hasta catorce años después.

Puede llegarse a pensar con este disparatado mundo en el que se adrentra Alicia que estamos ante un filme con escasos valores y centrado exclusivamente en el entretenimento, aunque en nuestra opinión sí que puede encontrarse una moraleja y es precisamente el darse cuenta de que sería imposible vivir en un mundo como ése. Muchas veces nos quejamos de que nuestras vidas son excesivamente cuadriculadas, que nos falta algo más de locura, pero no pensamos en las consecuencias de un descontrol de actos ilógicos. Suponemos que en las mentes más tempranas no se tendrá esta percepción y se limitarán a emocionarse con cada uno de los locos personajes con los que Alicia se topa en su camino, pero una mente más adulta podría interpretar de esa otra manera la trama.

Sin duda el gran atractivo de este clásico es su amplia variedad de personajes. Es interesante ver la gran cantidad de animales en actitud humana que desfilan ante los ojos de Alicia, desde el Conejo Blanco, el causante de la inclusión de la chica en ese maravilloso mundo, hasta el Gato Risón pasando por ostras, morsa, gusano, lagartijo y hasta un representante de los extintos dodos. Pero el elenco no acaba en el mundo animal, sino que nos lleva hasta el vegetal, con unas flores de lo más repipis y maleducadas, e incluso al de los objetos, con las cartas de la baraja que ejercen de soldados o el picaporte de la puerta a este extraño país. No quedan exentos de aparecer personajes humanos; de hecho, son algunos de los más relevantes y conocidos de la película, como la Reina de Corazones ("¡Qué le corten la cabeza!") o el Sombrerero Loco. Reconocemos que la escena del té en el jardín de éste último es una de las más divertidas de toda la factoría. Incluso personajes que son mezcla de todos ellos, como un paraguas-buitre, un martillo-pájaro carpintero, una bocina-pata, unas gafas-.... No sabemos qué es en realidad, aunque más nos desconciertan los llamados "momeraths".

Musicalmente la película tiene bastante variedad. Al igual que la canción que interpretan las flores se nos antoja algo aburrida, hay otras piezas musicales mucho más divertidas y que quedan en la memoria de niños y no tan niños, como el célebre "Feliz no cumpleaños", la de las rosas blancas y la de la carrera para secarse. Salvo algún caso muy concreto, las músicas entran bien y acompañan perfectamente a las diferentes escenas.

La única escena que, desde un punto de vista muy personal, desentona un poco es la de la morsa y el carpintero con las ostras, tanto por la no aparición de Alicia en ella (se la cuentan dos gemelos algo chiflados) como por su conclusión, con todas las ostras engullidas por la indecente morsa. No es que sea demasiado cruel ni explícita, pero se sale un poco del tono de locura y disparate del resto de la obra. Se trata de una metahistoria (una narración dentro de otra), una digresión con su propia moraleja.

Nos ha gustado bastante la conclusión de la película. En una obra compuesta de diferentes secuencias bastante independientes entre sí, podría resultar complicado poner un punto y final de una manera más o menos coherente, pero pensamos que se ha conseguido con el juicio ante la Reina de Corazones y añadiendo a la escena algunos de los personajes ya aparecidos (el Gato Risón, el Sombrerero Loco, el Conejo Blanco....). Un buen final para una película que nos robó varias risas en nuestra infancia y que nos las ha vuelto a robar dos décadas después.

Nota: 8/10.

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