Título original: Cinderella
Dirección: Wilfred Jackson, Clyde Geronimi, Hamilton Luske
Reparto (doblaje): Ilene Woods, Eleanor Audley, Verna Felton, Luis van Rooten
Año: 1950
Género: Animación. Fantasía.
Duración: 74 min. aprox.
Premios: Nominada a los Óscar a la mejor banda sonora, mejor canción y mejor sonido (1950); Premio en el Festival de Berlín (1960).
Sinopsis
Tras la muerte de su padre, Cenicienta vive con su madrastra y sus dos hermanastras, las cuales la tratan como a una mera sirvienta, abusando de ella y explotándola al máximo. Sus únicos amigos son los animales, tanto los pertenecientes a la famila (el perro, el caballo...) como los pájaros y los ratones que viven escondidos por la casa. Por otra parte, el rey de esas tierras está ansioso por casar a su único hijo, por lo que organiza un baile al que deberán acudir todas las damas casaderas del reino con la intención de que el príncipe se enamore de alguna de ellas. Cenicienta se ilusiona sobremanera con esta oportunidad, pero sus hermanastras y madrastra, sabedoras de su belleza, no se lo pondrán nada fácil para que asista.
Comentario
Tras ocho años de clásicos que no han sido tan celebrados, la factoría Disney abandona la idea de sus largomentrajes tipo documental o las películas a trozos y demasiado centradas en la música y retoma la idea que ya llevaron a cabo en clásicos como Pinocho, esto es, crear una historia única basada en un cuento. En este caso escogieron Cinderella, una trama de la que se han realizado multitud de versiones, desde Heródoto hasta los hermanos Grimm, pasando por el cuento de Perrault, que es el que sirve de base para el filme. En cualquier caso hay que mencionar que la parte más conocida de la historia es común a todas las versiones: la pérdida del zapato y la búsqueda de la chica a través de la prenda.
En esta versión cinematográfica, desde luego, se le da una elevada importancia al tema de los animales. No en vano, hasta bien pasados unos veinte minutos de cinta no entran en escena los siniestros personajes de la madrastra y las hermanastras. En referencia a esto es curioso notar cómo esos términos familiares han asumido, apoyados también en Blancanieves, unas connotaciones negativas que perduran aún a día de hoy. El único "malo" que vemos casi desde el principio es a Lucifer, uno más de los ejemplos en que los gatos tienen que acoger el papel de malvados. La aparición de tantos animales le da a la película un toque animado y colorido muy apropiado, a pesar de que a los ratones cuesta un trabajo enorme entenderlos en sus diálogos. Y a propósito de esto, es curioso que sean estos roedores los únicos animales que actúan como humanos, tanto en su capacidad de hablar como en su interacción con Cenicienta. El resto de ellos actúan como tal, aunque siempre en una actitud mucho más racional, como procede en una cinta infantil. Hay que decir que, aunque lo hacen con gusto, los pobres animales están un poco explotados por Cenicienta, ya que le hacen la cama, la bañan, le limpian el uniforme, le arreglan el vestido para el baile y la sacan de más de un apuro.
Pero, a pesar de ser eso (una cinta infantil), vemos muchos puntos algo incoherentes en la trama. El primero y principal es el arriba mencionado de la búsqueda de Cenicienta a través del zapato y por medio del lacayo real. ¿No sería mucho más sencillo que el propio príncipe, que posiblemente no tuviera nada mejor que hacer, fuera por las casas e identificara a la chica por su cara, cosa mucho más común? Y decimos que no tendría otra cosa que hacer cuando su propio padre cuenta que siempre está por ahí de fiesta y viajes y quiere que siente la cabeza, incluyendo que es el propio rey quien le tiene que buscar esposa para conseguir su objetivo: tener nietos. Siguiendo con las preguntas sin respuesta aparente, ¿no existe en el reino otra mujer con la misma talla de calzado? Es curioso que este punto, quizá el que vemos más absurdo, sea el nexo de unión entre todas las versiones de esta leyenda. Además, ¿por qué el hada madrina tiene que esperar al baile para aparecer cuando a la pobre chica la llevan fastidiando tanto tiempo? Por otro lado, cuando dan las doce y Cenicienta decide marcharse, ¿por qué los guardias de la realeza la persiguen como si de una fugitiva criminal se tratara? Y lo más desconcertante, ¿cómo Cenicienta no se da cuenta de que quien la invita a bailar en la fiesta es el propio príncipe? En fin, entendemos que en un cuento no hay que buscarle el sentido a todo, pero nos parece que ciertos puntos están algo escasos de lógica.
En cualquier caso hay que reconocer la notable mejoría de la factoría en cuanto a sus clásicos, siendo posiblemente el que más nos ha gustado de los ya reseñados. Uno no puede evitar sentir cierta simpatía y lástima por la pobre sirvienta, a la vez que una fuerte carga de odio hacia las otras tres mujeres de la historia, aunque Cenicienta podría haberles jugado alguna mala pasada, como laxantes en el té o desteñir la ropa; los accidentes ocurren... El personaje del rey, aunque de escasa aparición, resulta divertido en su extremo interés por que su hijo le dé ya nietos (me recuerda a mi suegro). Las escasas escenas en las que vemos al príncipe no nos permiten evaluarlo con mucho rigor, aunque hay que reconocer que la forma de idealizarlo ha logrado que miles de niñas de varias décadas atrás hayan soñado siempre con ser princesas y casarse con su "príncipe azul". Quizá se le podía haber sacado más partido al personaje del Hada Madrina, ya que su actuación se reduce a la famosa escena de la carroza, los caballos y el vestido. Como curiosidad diremos que en el cuento de Perrault vuelve a aparecer de nuevo al final (de hecho, en la película anuncia que estaría con Cenicienta en el baile, pero no la vemos), en la boda conjunta que celebran Cenicienta y sus hermanastras, a las que, en su magnanimidad, ha perdonado todas las putadas malas pasadas que le jugaron. Menos mal que Disney cambió este final tan repipi.
En definitiva, el clásico es una bonita historia cargada de colorido y acción a la vez que de emociones y sentimientos, sin excesivas canciones que ralenticen la trama, y que resulta agradable si se contempla, como lo haría un niño, sin más pretensiones que disfrutarla. Prueba de esto es que se trata, sin duda, de una de las animaciones Disney más recordadas y de las que los padres actuales no dudan en poner a sus hijos.
8 comentarios:
Buenísima reseña, estoy como tu, no me creo que no haya mas chicas con el mismo nº de pie, la solución mas fácil habría sido ir casa por casa pero bueno ...
Hola me llamo Becky y es la primera vez que entro en el blog. Me gusta mucho la Cenicienta, cuando era pequeña (y ahora un poco, también xdd)en fin que me gusta mucho el blog.
Chao
http://blogssinnombresdebecky.blogspot.com.es/
Hola, soy una coleccionista de historias de la Cenicienta. para siempre mi cuento favorito, y me encantan todas las versiones. Una de las mejores, la de Disney! Graqcias por recordarnosla en esta entrada.
www.imaginetura.blogspot.com
Una buena película de Disney, no de las mejores pero muy entretenida, mis escenas favoritas eran las de los ratoncillos que eran muy simpaticos.
Nos alegra que os haya gustado nuestra reseña. Os damos la bienvenida a nuestro blog. ;)
Muchas gracias por vuestros comentarios!!
Un abrazo!!
Jota-Chan, coincidimos contigo en lo de los ratoncillos, eran bastante graciiosos. XD
Muchas gracias por pasarte por aquí y comentar!!
Un abrazo!!
Una reseña muy completa!
En referencia a la película es un clásico y por eso se salva de muchas de las incoherencias o puntos flacos que pueda tener. Nosotros siempre le guardaremos un rinconcito en nuestras películas de Disney ^^
CENICIENTA, ahhhhhhhhhhhhh, como le tengo un cariño enorme desde mi infancia. Y en definitiva es el largometraje que ha marcado el retorno a los largometrajes centrados en una unica historia. Y vaya que los ratoncitos se roban la pelicula, pues son muy graciosos y encantadores, eso no quita que la protagonista tambien lo sea, jejejeje. En fin, bonita historia, a la vez muy dramatica y muy recomendable para los mas infantes.
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