jueves, 14 de febrero de 2013

Maratón Disney: La bella durmiente

Canon de Clásico Disney: 16
Título original: Sleeping Beauty
Dirección: Clyde Geronimi
Reparto (doblaje): Mary Costa, Bill Shirley, Eleanor Audley, Verna Felton, Barbara Luddy, Barbara Jo Allen
Música: Pyotr Ilyich Tchaikovsky
Año: 1959
Género: Animación. Fantasía.
Duración: 75 min. aprox. 
Premios: Nominada al Óscar a la mejor Banda Sonora (1959). 

Sinopsis
Tras una larga búsqueda, el rey Estéfano y su esposa logran ser padres de una preciosa niña a la que bautizan como Aurora. Sin embargo, durante el mismo día de la ceremonia de presentación al reino hace su aparición la malvada Maléfica y, en venganza por no haber sido invidata al evento, condena a la pequeña a morir el día de su decimosexto cumpleaños tras pincharse en el dedo con el huso de una rueca. Las hadas Fauna, Flora y Primavera, impotentes ante el poder de Maléfica, solamente pueden modificar el hechizo, pidiendo que en lugar de fallecer entre en un sueño eterno del que solamente podrá despertarla su primer beso de amor. Aún así las hadas y los reyes deciden que la princesa vaya a vivir con las primeras en una pequeña cabaña escondida en medio del bosque hasta cumplir los dieciséis y así evitar que Maléfica pueda dar con ella y llevar a cabo su malévolo plan.

Comentario
Estamos posiblemente ante la culminación del género de cuentos de hadas y princesas en la filmografía de Disney. La prueba es que este género no se vuelve a tocar hasta La sirenita, treinta años después. Y es que en esta historia se encuentran todas las características propias de las historias de princesas: reyes adorables, príncipe y princesa enamorados, una maga negra abominable y que se convierte en seres horripilantes, hadas buenas, animales en actitud humana, maleficios que se cumplen a pesar de todos los intentos por eludirlos, príncipe salvador de la princesa, etc. Ya se había tratado el género en Blancanieves y Cenicienta, pero aquí encontramos un par de diferencias sustanciales que hacen este clásico superior a los dos anteriores.

Por un lado tenemos una figura principesca diferente. Es el primer clásico donde el príncipe hace algo resañable en beneficio de la princesa, ya que en los arriba mencionados los príncipes se limitan a cumplir con un beso o, incluso, mandando a sus lacayos a probar zapatos por el reino. El príncipe Felipe, sin embargo, no se limita a despertar a Aurora de su sueño con un beso sino que también lucha a capa y espada contra Maléfica transformada en dragón hasta acabar con ella. El otro punto de mejoría lo encontramos en el trío de hadas buenas. Estas figuras, inexistentes en Blancanieves y muy poco elaboradas con el hada madrina de Cenicienta, cobran aquí una importancia más que destacada. Además, se convierten en los personajes posiblemente más divertidos de la cinta, con sus pequeñas tiranteces entre ellas (discutiendo hasta el final por el color del vestido de Aurora) y su escasa maña cuando se ven obligadas a prescindir de su magia. Sin duda el gran acierto de la película.

Y siguiendo con los personajes, si obviamos las figuras de Aurora y Felipe, cuyas características vienen casi determinadas por la historia, hay que destacar a los reyes Estéfano y Huberto, sus respectivos padres, que nos proporcionan algunas divertidas escenas con sus planes de consuegros, preparando el nido de amor para sus hijos y con profundas ganas de nietos. Por cierto que esas ganas de nietos y su propio físico hacen del rey Huberto una copia casi calcada del rey de Cenicienta. El juglar que suele acompañar a esta pareja en sus reuniones también es un curioso personaje. Además son destacables, aunque menos explotados, los mercenarios de Maléfica y los animales del bosque.

Son estos últimos los que protagonizan, junto a la pareja principal, una de las secuencias más memorables del filme, a saber, el célebre baile de Aurora en el bosque primero con el búho y luego con Felipe, acompañado del conocidísimo "eres tú mi príncipe azul que yo soñé". Y esto nos da pie a destacar igualmente la banda sonora. Cierto es que no es difícil fallar cuando se elige música de uno de los grandes maestros de las melodías de ballet como es Tchaikovsky, pero hay que otorgar el mérito que se merece a la genial adaptación del ballet homónimo a la película que realiza George Bruns.

Así mismo creemos imprescindible mencionar la escenografía. No solamente destaca por las típicas escenas Disney de animales por el bosque, sino que el diseño de todas y cada una de las escenas es realmente bueno para la época. Los movimientos de todos los personajes son nítidos y naturales, tanto de los humanos como de los animales o los seres imaginarios. La alternancia de colores cálidos y fríos está muy bien llevaba y maneja a su antojo el ánimo y las sensaciones del espectador. Pensamos que el hecho de que se considere a Maléfica uno de los antagonistas más temibles de la factoría está motivado no solamente por los rasgos del personaje sino también por las impresionantes escenas en las que aparece, especialmente en la escena en la que lucha contra el príncipe convertida en un enorme dragón. Prueba de ello es que la eligieron como la mala malísima para Kingdom Hearts.

Quizá sean criticables, como en la mayoría de obras destinadas al público infantil, algunos puntos del argumento que pueden resultar poco creíbles. El hecho de que Maléfica, con su increible poder, ponga un hechizo tan raro para perjudicar a la familia real (¿por qué no se carga directamente a Aurora en la ceremonia de presentación?) o tenga un ejército tan incompetente pudiendo ella misma realizar el trabajo perfectamente, así como el contrahechizo que realizan las hadas ante la condena emitida por la bruja pueden ser motivos de comentarios negativos, así como el exceso de "pavería" que adereza la cinta.

En cualquier caso esto no quita para que estemos ante uno de los mejores cuentos de princesas y hadas de la historia, con escenas y canciones memorables y personajes entrañables. No en vano ha sido el modelo seguido por multitud de filmes de la misma temática, teniendo prácticamente todos ellos varios nexos en común con la historia del príncipe Felipe y de la princesa Letizia Aurora.

Nota: 8/10.

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martes, 12 de febrero de 2013

El expediente H.

Título original: Dosjia H.
Autor: Ismaíl Kadaré
Editorial: Alianza
Año de edición: 2001
Número de páginas: 177

Sinopsis
En los años treinta dos irlandeses viajan desde Nueva York hasta la lejana Albania para cumplir una misión que, por el momento, no desean revelar. El subprefecto y otras autoridades les reciben y les invitan a una fiesta de bienvenida, donde conocerán a la encantadora Daisy, la esposa del subprefecto que no tardará en encapricharse de los recién llegados para algo más que una calurosa bienvenida. Pero no todo es tan apacible como parece, pues ambos extranjeros son tomados como unos espías peligrosos, pues llevaban consigo unas máquinas que podían grabar los sonidos y registrar sus voces, algo desconocidos para estos habitantes. Lo que no saben es que la misión de Willy Norton y Max Roth es simple y llanamente descifrar el enigma homérico, ya que en esa pequeña región albanesa todavía quedan algunos rapsodas que recitan al más puro estilo homérico, con lo que pretenden estudiar y hacer sus investigaciones. Pero en ningún momento se les quitará el ojo de encima y tendrán que afrontar más de un problema…

Comentario
Este libro me lo regalaron quienes saben que me encanta todo lo relacionado con el mundo antiguo de Grecia y Roma, y El expediente H. bien podía ser un buen manual para destripar el misterio de las obras homéricas. El autor, ganador en 2009 del Premio Príncipe de Asturias de las Letras y miembro de la Academia de las Artes de Berlín, se basó en la experiencia de Albert Lordin y Milman Parry, con quienes coincidió en Ankara en 1979 cuando viajaron hasta Albania para tratar de resolver la cuestión homérica. Para mí, que he estudiado todo este asunto sobre el enigma homérico, es fácil entender de qué se trata, pero sé que muchos de nuestros lectores no sabrán ahora mismo de qué diantres estoy hablando, por eso les recomiendo que echen un vistazo antes a esta entrada en la que hablamos un poco de la cuestión homérica, o, si lo prefieren, investiguen por su cuenta. Es posible que si no gusta el tema de Homero  quien coja este libro se líe un poco con la lectura, ya que no explica nada sobre este asunto para situar al lector en antecedentes. Quizá eso es lo que yo haya echado más en falta, alguna aclaración sobre el enigma homérico, aunque ya digo que por mí sabía de qué trataba, y entiendo cuando hace alguna relación de la evolución del indoeuropeo al griego y al albanés y las pequeñas coincidencias que existen entre una lengua y otra. Supongo que ahora muchos de vosotros estaréis un poquito más perdidos que antes.

Busto de Homero
Por otro lado, si aun sin tener unos conocimientos previos en relación al misterio de la epopeya homérica el lector se decide adentrarse en esta novela encontrará una historia de espionaje, investigación, deseos, enfrentamientos políticos y un final algo trágico. A pesar de gustarme el tema que trata la lectura se me ha hecho bastante lenta, a veces incluso bastante compleja. Hay ocasiones incluso en que se cambia la persona del narrador, es decir, la mayor parte de la historia está narrada por ese ente que todo lo sabe conocido como “tercera persona”, pero, de repente, nos encontramos con la primera persona,  sin saber, en cierto momento, quién es el que nos está hablando. También se vuelve un poco tedioso cuando el subprefecto lee el diario de a bordo de uno de los irlandeses, texto que hasta al propio personaje aburre y se salta varios párrafos (y a nosotros también nos evita leerlos).

Es posible que sea el último tercio del libro el más entretenido, pues es donde hay algo más de acción, desconcierto, infidelidades,  detenciones y derrumbamiento moral. Parecen pocas páginas, pero la letra es tan diminuta que quizá esto añada que sea lento de leer, a veces se me cansaba demasiado la vista y tenía que cerrar el libro para continuar en otro momento.

En definitiva, si os gusta todo lo envolvente a Homero y su enigma y os apetece leer una historia basada en dos estudiosos que viajan a las montañas albanesas para investigar sobre el tema quizá os guste el libro. Para mi gusto ha dejado bastante que desear, pero tampoco es que sea uno de los peores libros que he leído. Quizá si hubiera metido algo más de información y estuviera narrado de forma más clara me habría gustado más.

Nota: 5/10.



martes, 5 de febrero de 2013

Maratón Disney: Peter Pan

Canon de Clásico Disney: 14
Título original: Peter Pan
Dirección: Wilfred Jackson, Clyde Geronimi, Hamilton Luske
Reparto (doblaje): Bobby Driscoll, Kathryn Beaumont, Hans Conried, Bill Thompson
Música: Oliver Wallace
Año: 1953
Género: Animación. Fantasía.
Duración: 77 min. aprox. 
Premios: Nominada a la Palma de Oro a la mejor película (1953).

Sinopsis
Los hermanos Darling siempre han sentido gran fascinación por las aventuras de Peter Pan. La mayor, Wendy, cuenta siempre a sus dos hermanos, Miguel y Juan, historias de este fantástico personaje hasta que su padre decide que ya es hora de considerarla como una adulta y hacerla dormir sola. Es a raíz de esta orden cuando aparecerá Peter Pan en la casa de esta familia y los llevará al País de Nunca Jamás, donde conocerán a los niños perdidos y participarán en la lucha de este chiquillo volador contra el terrible Capitán Garfio.

Comentario
De nuevo la factoría Disney vuelve a inspirarse en una obra literaria para uno de sus largometrajes. En este caso se basa en una obra de teatro de 1904, y a diferencia de otros de sus clásicos como Pinocho, es bastante fiel a la original. La cinematográfica, pues, partía con la ventaja de no tener que modificar en exceso el argumento, ya que la propia obra original iba destinada a un público infantil.

Quizá lo más destacable de esta película es que el personaje principal y héroe de la trama no cae tan bien como se podría esperar de este estereotipado personaje. Lo lógico sería que el/la protagonista resulten personajes agradables y simpáticos, salvo en algún intervalo concreto de la cinta que sirva a modo de antítesis, pero en este caso Peter no nos llega a caer demasiado bien en ningún momento. Además de ser un niño algo alocado e irresponsable, carácteristicas en las que se basa su personalidad y que acentúan su afán de no querer crecer, resulta en ocasiones un tanto chulesco y prepotente y, ante todo, un poco mujeriego, pues durante la hora y cuarto de filme flirtea con Campanilla (aunque en la versión original es Campanita), con Wendy, con Tigrilla (la hija del jefe indio) y con las sirenas. Vamos, todo un don juan juvenil.

Por otro lado se abusa del tema de los celos, quizá algo sofisticado para las edades a las que va orientada Peter Pan. Y no es sean unas pequeñas pinceladas plasmadas en alguna breve escena a modo cómico, pues Campanilla se pasa todo el tiempo perdidamente celosa de Wendy, al igual que las sirenas en su breve aparición, e incluso la propia Wendy arde de celos con el baile que Tigrilla le dedica al protagonista. Pensamos que todo esto es excesivo, al igual que lo drástico de algunas escenas en cuanto a actitudes infantiles algo violentas, pues el ataque a matar de los niños perdidos hacia Wendy o la "sana" afición de Miguel a "matar indios" (palabras textuales) no parecen demasiado adecuadas; de hecho, el pensamiento alegre para poder volar es la de luchar contra piratas para Juan y la de matar a muchos indios para Miguel. Horribilis visu.

Una curiosidad es que, si no nos estamos equivocando, es la primera película Disney donde aparece un personaje malo pero tonto, esto es, ese típico antagonista que está al servicio del jefe de los malvados pero que no se limita a decir bobadas o a caerse de forma graciosa, sino que con sus actos perjudica notablemente a su grupo y beneficia a los héroes. En otras cintas han aparecido malos algo torpes o pánfilos, pero creemos que ninguno tan negativo para el propio equipo maligno. Este personaje es el Sr. Smee, uno de los aciertos de la producción. No en vano, esta idea va a crear un precedente en una buena cantidad de películas y series infantiles hasta el día de hoy, como, por ejemplo, Gallofa (Los Aurones) y Bully (La vuelta al mundo de Willy Fog).

Y ya que hablamos de personajes concretos, sin duda el que más carcajadas nos provoca es el cocodrilo, aquel que se tragó la mano que Pan le cortó a Garfio (otro punto algo sádico) y que no parará hasta poder engullirlo entero. Sus gestos mientras lo espera o lo persigue son el no va más. Y aprovechamos este comentario para entrar en un pequeño detalle: se supone que el Capitán Garfio es el malo de la película porque persigue a Peter Pan, pero... ¿quién no tendría ánimos de venganza hacia alguien que te ha arrancado una mano? Parece una actitud normal. Digamos que para concretar quién es el que se merece las desgracias deberíamos saber cómo empezó esa disputa y quién tiró la primera piedra, aunque eso no se especifica en el argumento.

La música no está mal, con algunas canciones pegadizas aunque otras bastante soporíferas, como el homenaje de Wendy a las madres. Eso sí, en la mayoría de ellas cuesta horrores entender la letra con esos coros en los que cantan todos al unísono y se pierde por completo la correcta vocalización.

Como habrá quedado claro, no es el clásico que más nos aporta, ni como adultos ni pensando en el público infantil. Incluso no vemos del todo correcto ese desmesurado interés por no crecer que se plasma. Cierto es que nos parece lógico que los niños disfruten de su infancia, pero precisamante pensamos que este tipo de filmes deberían, en cierta medida, proporcionar a los infantes unos valores adecuados para una correcta madurez moral. No es que sentenciemos que quien vea la película se convierta en un irresponsable absoluto, pero pensamos que, si bien tiene algunas aportaciones interesantes y algunas escenas graciosas, el argumento es mejorable, tanto en el aspecto de valores como en la propia calidad cinematográfica.

Nota: 6/10.

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sábado, 2 de febrero de 2013

Un grito de amor desde el centro del mundo

Título original: Sekai no chushin de ai wo sakebu
Autor: Kyoichi Katayama
Editorial: Alfaguara
Año de edición: 2008
Número de páginas: 192

Sinopsis
Las vidas de Aki y Saku, dos jóvenes estudiantes, se cruzan cuando ambos son nombrados delegados de su grupo del colegio. Desde ese momento su relación va pasando de una mera amistad a un profundo enamoramiento mutuo el cual hace a ambos considerarse los adolescentes más felices del mundo. Pero sus ambiciosos propósitos de futuro se ven truncados cuando Aki es afectada por una grave enfermedad que la irá debilitando por momentos y le impedirá, entre otras cosas, cumplir su sueño de viajar a Australia.

Comentario
Desde hace un tiempo he venido participando en algunos concursos de relatos cortos y de microrrelatos, siempre como escritor completamente aficionado y sin ningún éxito. Estas participaciones me han servido para darme cuenta de un dato que para mí resultó tan curioso como sorprendente, y es que en un alto porcentaje de los casos las obras ganadoras trataban sobre personas afectadas de alguna enfermedad de alto calibre tipo cáncer, sida o lepra. Pues bien, parece ser que no solamente son los relatos de estos temas los que triunfan, sino también los libros, pues si no no se entiende que, como reza la contraportada del libro, esta sea la novela japonesa más leída de todos los tiempos.

Ayers Rocks, Australia
El primer punto que me desagradó de la obra fue el hecho de que desde las primeras líneas ya se desvela que Aki ha fallecido. Uno albergaría en un caso semejante la esperanza de que durante la trama se revelara algún misterio o enredo que haga de este acontecimiento algo no excesivamente relevante, mas no es así. Me he tomado la licencia de relatar esta muerte por el mero hecho de que no es ningún misterio a partir de la segunda página del libro. Con esto ya hemos suprimido por completo de la novela cualquier tipo de suspense o de intriga.
Por otra parte volvemos al tema de enfermos terminales. En este caso el maleficio ideado por el autor para Aki es la leucemia. El argumento va intercalando tres fases de la vida de los personajes: sus inicios como pareja y sus acontecimientos de enamorados, los meses en que la estudiante está enferma y empeora hasta fallecer y, por último, la época póstuma en la que Saku se dedica a lamentar la ausencia de su amada. Es evidente que dos de estras tres fases van cargadas de pesimismo y de líneas de amargura que dejan al lector en un estado depresivo compulsivo. Eliminado el suspense, nos cargamos también por tanto el optimismo y la alegría de la novela.

Kyoichi Katayama
Y la fase que nos queda, esto es, los fragmentos en que se nos cuentan las peripecias de los dos adolescentes en su etapa de locuras amorosas. Bueno, quizá decir locuras es demasiado ambicioso, pues una escapada a un hotel abandonado para perder la virginidad es lo único destacable de la juvenil relación. Por contra, abundan los diálogos largos y filosóficos entre ambos que se antojan más propios de dos ancianos y veteranos guerreros de la vida que de gente de esas edades tan tempranas. Así pues, queda también descartado de la novela casi cualquier toque original, al menos en lo que al noviazgo se refiere.

Salvaríamos de la quema el estilo literario que, sin ser digno de un Nobel, es bastante correcto, con frases bien construidas y elaboradas a la vez que inteligibles, al menos en su traducción al castellano. El lenguaje es lo suficientemente variado para no caer en la monotonía y los diálogos entre los personajes se desarrollan en un lenguaje natural sin caer en la vulgaridad. Se puede destacar en este aspecto la no linealidad de la historia, alternando las tres partes antes mencionadas y evitando así parcialmente la monotonía.

En resumidas cuentas, y por usar una expresión popular para dejar claro mi postura, me aburrí como una soberana ostra con la lectura de este libro, además de por su carencia de fuerza en la trama, la cual lo único que logra es deprimir al lector, por el hecho de que desde el primer momento ya se pierde cualquier esperanza de que la leucemia de Aki tenga salvación, a lo cual añadimos unas cincuenta páginas finales en las que Saku se reitera en su dolor por la ausencia de su primer amor. En definitiva, un libro que solamente recomendaría a quien le gusten realmente los dramas intensos y que no aspire a buscarle ningún tipo de enganche ni motivación.


Nota: 3/10.